"Agua, agua, por todas partes. Ni una sola gota para tomar" Esta pequeña línea, escrita por el poeta inglés Samuel Taylor Coleridge en 1799 como parte de su "Rime of the Ancient Mariner" (La Oda del Viejo Marinero) podría reflejar bien a las claras lo que están viviendo ahora mismo millones de personas en los USA. En el caso de Coleridge, el agua al que hacía referencia era la del vasto océano, lugar donde la tripulación de un navío británico las pasaba canutas, después de que el susodicho marinero matase a un albatros, sinónimo de buena suerte en el mundo marino.
"The Rime of the Ancient Mariner" de S.T. Coleridge, magnífico relato marino. |
En este caso, el agua que contemplan ahora mismo en varios estados del sureste americano, pero con gran intensidad en Tennessee y Louisiana, es la del Río Mississippi, que está absolutamente fuera de control en estos momentos tras una terrible coincidencia causada por el deshielo primaveral y por dos monstruosos sistemas de tormentas (ya hablamos aquí de los fatídicos tornados) que han dejado lluvias torrenciales en gran parte del curso del río.
Las tormentas causantes del problema del Mississippi. NASA |
Pero realmente, ¿qué es lo que preocupa ahora mismo a las autoridades? El Río Mississipi está bastante controlado, y sí, he dicho bastante, porque nunca es suficiente, por un impresionante sistema de diques (llamados "levees") y compuertas que intentan mantener a este impresionante cauce fluvial dentro de unos márgenes "normales". Dos de esas compuertas son la Old River Control Structure y la Morganza Spillway, al norte de Louisiana, juegan un papel fundamental en toda esta situación. ¿Por qué? Estas tremendas infraestructuras, levantadas a mediados del siglo XX, están localizadas en el punto en el que convergen el Mississippi y el Atchafalaya. Hasta aquí más o menos bien, verdad? Pues es a partir de ahora donde entenderéis el tremendo "papelón" que juegan estas compuertas.
La Old River Structure. Megaestructura que no puede fallar. |
La compuerta de Morganza, terminada en 1954 permite que, en caso de ser abierta, cosa que solo sucedió en 1973, 17.000 metros cúbicos de agua por segundo vayan al mar directamente a través del Atchafalaya (es decir, el equivalente al caudal medio de 50 ríos como el Miño, que ya es agua....).
La Old River Structure, terminada en 1963, sirve a la vez para controlar el flujo de agua directamente entre el Mississippi y al Atchafalaya (un 70% continúa por el primero y el 30% se lo lleva el afluente, por norma) pero a la vez cumple un papel primordial, y caso de que rompiese o fallase, me perdonáis la expresión, el Cristo sería monumental. ¿Debido a? Pues debido a una pequeña jugarreta geológica llamada "avulsión", que en román paladín significa que un río abandona su cauce y forma otro nuevo.
¿Cambiará de cauce el Mississippi? El desastre sería impresionante. |
En este caso, el Mississippi tomaría de forma definitiva el cauce del Atchafalaya, porque este último tiene mayor pendiente, o sea, que es más inclinado hacia el mar, y esto sería un desastre terrible, tanto a nivel natural, como económico, ya que el río dejaría de fluir por los puertos de South Louisiana, Nueva Orleans y Baton Rouge, 3º, 4º y 15º respectivamente en el ranking de puertos del mundo con mayor actividad. Sirva como dato que el puerto de Nueva Orleans tiene el mayor muelle del mundo, con 3.4 km, y que de estos tres puertos salen el 60% de las exportaciones de grano del país norteamericano. Es fácil por tanto entender lo mucho que hay en juego ahora mismo en el Sureste americano.
El puerto de Nueva Orleans posee el mayor muelle del mundo. |
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